La historia comienza con la familia Romanov siendo llevados al exilio, pero claramente no es lo que esperaban. Son llevados a una casa, donde se les permite llevar muy pocas de sus pertenencias, y en donde serán tratados como prisioneros, sin posibilidad de salir ni disfrutar siquiera del aire fresco.
La familia Romanov está compuesta por el tsar, quien ha sido destronado por causas injustas como una rebelión ante su mandato, y de quien se piensan cosas horrorosas, cuando en realidad es un excelente ser humano dispuesto a entender y perdonar a los Bolcheviques, que son sus captores.
Alexei, el heredero del tsar, es un niño que tiene hemofilia, una enfermedad de la sangre que lo tiene muy débil y que provoca que el mínimo rose le genere dolores y debilidad hasta casi no poder levantarse.
Nastya (Anastasia) es la hija menor de la familia, y la que secretamente siempre ha querido hacer magia para poder curar a su hermano y a quien lo necesite.
Y luego tenemos a la madre y el resto de las hermanas, que forman una familia unida, dispuesta a enfrentarse a todo, aunque una que oculta muchos secretos.
Antes de abandonar el palacio, el padre de Nastya le pide que guarde una matrioska, que contiene varios hechizos que solo se revelarán cuando estén listos y en momento de extrema necesidad. Y ella deberá guardarla con su vida, ya que, dentro de esa muñeca, se encuentra la única posible salvación de la familia.
Opinión:
Compré este libro sabiendo solamente que era un retelling de Anastasia, pero nunca me esperé encontrarme con una historia así. Sinceramente la única conexión que mi mente hizo con Anastasia fue la peli de Disney, ya que nunca había leído la historia de los Romanov, pero ahora sin duda quiero saber mucho mucho más.
Le di finalmente 4,5 estrellas a este libro, la construcción del mundo me pareció buena, y si bien me hubiese gustado entender mucho más sobre las verdaderas razones de los bolcheviques de temerle a la magia, creo que la trama de la historia iba por otro lado. Y lo sorpresivo fue que ese lado era la familia. Esta fue una historia donde Nastya se encontraba frente a decisiones constantes acerca de que poner primero, si su bienestar personal y sus deseos, o el de su familia. Y todas sus acciones son guiadas por el amor a ellos y su deseo de vivir la vida bajo los estándares del perdón y la superación.
Realmente me pareció una historia diferente, con magia y mucha historia de fondo, pero una que sobre todo me llenó de calidez mientras leía.
El libro tiene un par de escenas que me hicieron llorar, y muchas sorpresas que no me esperaba, que, quizás habiendo conocido la historia no me hubiesen sorprendido tanto. También tiene un poco de romance, pero este no es parte de la trama principal, justo como a mí me gusta.
Realmente disfruté muchísimo de la escritura de la autora, es muy fluida y entretenida, y le puso muchos toques al libro que realmente hicieron que lo disfrute totalmente.
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